FOTO: ESPECIAL Atla tiene un enfoque más casual, ideal para quienes buscan sabores auténticos en un ambiente relajado.
Ambos restaurantes reflejan la visión de Enrique Olvera: una cocina mexicana que respeta sus raíces.
La gastronomía mexicana ha trascendido fronteras, y pocos chefs han logrado posicionarla en la escena internacional como lo ha hecho Enrique Olvera. Su éxito en México con Pujol lo llevó a abrir dos restaurantes en Nueva York: Cosme y Atla, dos espacios que han revolucionado la manera en que el mundo percibe la cocina mexicana.
Si quieres saber qué hace únicos a estos restaurantes y por qué son paradas obligatorias en la Gran Manzana, sigue leyendo.
Ubicado en el barrio de Flatiron, Cosme abrió sus puertas en 2014 con un concepto innovador que combina sabores tradicionales mexicanos con una ejecución moderna y sofisticada. Desde su apertura, ha recibido reconocimiento internacional, posicionándose en listas como The World’s 50 Best Restaurants.
La propuesta gastronómica de Cosme se basa en ingredientes de alta calidad, muchos de ellos importados directamente desde México. Entre sus platillos más icónicos destacan:
Además, la carta de cócteles y mezcales complementa la experiencia, con creaciones que incorporan ingredientes como jamaica, piña y chile.
Cosme no solo destaca por su comida, sino también por su diseño minimalista y sofisticado, con una iluminación tenue y una atmósfera perfecta para cenas especiales. Su servicio impecable y su enfoque en la experiencia del cliente lo han convertido en uno de los restaurantes más codiciados de Nueva York.
A diferencia de Cosme, Atla tiene un enfoque más casual, ideal para quienes buscan sabores auténticos en un ambiente relajado. Ubicado en el barrio de NoHo, este restaurante abrió en 2017 con la intención de ofrecer platillos mexicanos accesibles pero con la misma calidad y creatividad que caracteriza a Enrique Olvera.
Uno de los mayores atractivos de Atla es su menú de desayunos y brunch, donde destacan opciones como:
Durante el almuerzo y la cena, el menú se amplía con opciones como tostadas de carne tártara, ceviche de hiramasa y tamales rellenos de hongos silvestres.
A diferencia de la atmósfera elegante de Cosme, Atla se caracteriza por su diseño minimalista pero acogedor, con grandes ventanales que permiten la entrada de luz natural. Es el sitio perfecto para una comida sin prisas, una tarde de café o un encuentro casual con amigos.
Ambos restaurantes reflejan la visión de Enrique Olvera: una cocina mexicana que respeta sus raíces pero que al mismo tiempo se atreve a innovar. Mientras que Cosme es una experiencia de alta cocina con un enfoque más sofisticado, Atla ofrece una propuesta relajada pero igual de auténtica.
Si estás en Nueva York y quieres probar lo mejor de la gastronomía mexicana con un giro moderno, estos dos lugares son paradas obligatorias. Ya sea que busques una cena elegante o un brunch casual, Cosme y Atla te llevarán a un viaje de sabores inolvidables.
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